Aktinos (Paola C)

Infancia perdida

Abrió sus ojos y con dulzura

levantó a los demás para trabajar

con el canasto en mano y sin esperanza alguna

de recibir de la gente un poco de bondad.

 

Mientras el gobierno en sus discursos habla

sobre la ayuda que al pueblo da,

él se encuentra soñando detrás de unos cristales

con saciar su hambre en una pieza de pan.

 

Observa a la gente andando en coches

quejándose del mundo en el que están

mientras él que se congela por las noches

deseado estar en su lugar.

 

Día a día con la misma rutina:

sin saber a dónde irá,

poco a poco las rosas se marchitan;

y nadie las querrá comprar.

 

Él no conoce juegos ni juguetes

pero sí el dolor y tristeza de ser

un hombre en cuerpo de niño;

que su infancia no disfruta como debido es.

 

Y llega el pequeño al final del día,

su cuerpo se encuentra agotado...

son las estrellas quienes lo cobijan

junto a los otros niños del barrio...