Yo ya la conozco,
siempre viene contigo,
aunque nunca la invito.
Y poquito a poco
se adueña de mí,
me trepa, depacito
y al llegar a la cara,
se para.
Me acelero, palpito.
Suspiro.
Ya no puedo hacer nada.
Sólo ver como me raja
de mejilla a mejilla,
como me delata,
como se asoma Amor
por las rendijas de su jaula,
como aulla de dolor,
por estar cautivo.
Y cuando te vas
se queda conmingo
un ratito más.
Hablaremos, a solas,
y luego se irá,
se desvanecerá,
para dar paso a la apatía.
Que me perseguirá
todo el dia,
hasta alcanzar su meta,
mi locura,
mi continua duermevela,
hasta que el sueño me califique
de mediocre poeta.
Yo ya la conozco,
y ahora tu también.
Haga lo que haga,
siempre se escapa.
Y si estamos solos los dos,
dice lo que nunca dice mi voz.
Dice que te quiere,
pero que le dueles.
Me hace feliz,
pero luego me mata, es mala,
me envenena y es sana,
ella es, mi sonrisa canalla.