El Hombre de la Rosa

LAGRIMAS DE VERSOS

 

Ya estoy decidido,

no leo más versos,

este es el postrero,

ya deje las péñolas

que rozan el pliego,

seco de amarguras

de mis ojos ciegos.

La prosa se muere

por falta de ingenio,

que llene las hojas

de chispa y talento.

Al genio del verso

dedico esta estrofa

con sed de silencio.

Serán los que dejo

escritos con fuego,

para que recuerden

que amo los versos.

No hay esperanzas

de volver a leerlos,

el verso se marcha

y queda el silencio,

que apaga la llama

del ansia de leerlos.

La pluma está rota

no escribe lo negro,

se duerme ella sola

por falta de versos.

Llorando mí aliento

con sollozo observo,

la prosa inconclusa

por falta de tiempo.

Al rasgar las hojas

rompes el silencio,

de prosa pendiente

de sentir el viento.

Cascajo y estrofas

esconden su oficio,

entre los lamentos

de un último verso.

 

Autor:

Críspulo Cortés Cortés

El Hombre de la Rosa

7 de mayo del 2011