Resulta fenomenal poder estar en la reunión,
susurrando certezas halladas en vuestro canto,
degustar y enlazar detalles,
en compañía de la iluminación,
cual parte de un punto y desde muchos otros.
Agradecido estoy; por haber venido
a compartir significados,
entre consonantes danzantes
y estribillos encerrados
cuales son liberados,
por abiertas o cerradas vocales.
Embriagado quedo; por diálogos acordados
y hasta improvisados
en cuerdas de exacta tensión,
que se amansan con la álgida suavidad de unos acordes,
por la conexión habida
entre el instrumento y vuestros dedos,
entre la instrucción de pensamientos
poseedores de sabias reflexiones.
Y mientras....relajado,
acuden caricias,
que masajean mis hombros,
mi espalda, mis pies,
las pupilas de mi cuello.
Y en el recibir vuestras sapiencias cantadas
decido arrimarme a vos, mimetizarme;
y acompañándonos sincronizamos
las manillas del reloj,
compenetrando escucha y voz,
sintonizando bajo el mismo sol (razonablemente lunático)
al tímpano, la oreja y el oído,
la boca de expresiva habla,
el paladar, la garganta
y juntos rebuscamos e inventamos
la indivisible multiplicación en la lengua.
Hay "ecos" cuales nunca desaparecen,
son una perpetua voz
y por tanto perduran
al mecerse con contenido
están acogidos por la eternidad;
independientes de lo humano (aún con la evidencia de su vínculo),
compenetrándose con la gracia mortal
con la inmortalidad del instrumento, de la guitarra.
Ellos, contienen la pureza cual otorga,
única, diestra medicina,
que extrapola los tiempos
abatiendo fronteras,
demoledora de distancias
y radicales extremos,
que como muros,
son discordia donadora de extravío,
aquel, por el que los cristales...
se nublan, se empañan.
No existe mayor dosis de alegría,
que aquella cual guarda
la bonanza en sintonía
proclamando palabras
inmersas en grácil melodía
surgida desde el corazón
y afianzada en el alma.
¡ Éstas, siendo vida !
vidapositivizada,
una verdad, que es razón,
cual con presteza enlaza,
al ser guardiana del origen,
a la sazón de creación
atenta y bien capaz,
de enderezar derivas,
de transformar en sonrisas
la agónica tristeza;
de eliminar corazas.
318-omu G.S.
_gracias Jorge por compartir_