Cuando del corazón crece
Esbelto el almendro,
Dejando mojar su flor en abril,
Amanece el sol febril
Atravesándolo con sutil aliento.
Se desnuda suavecito y lento,
Sin tramas, casi despierto,
Ante el resplandor bravío
De un astro enamorado y sin sentio´
Que adora la belleza de su figura.
…y es el almendro blanca dulzura
Cuando para desvestirse ha nacido,
Dando frutos a tanta locura…
Oh, sensual almendro florecido
Cuanto el astro desea con su mirada
Que te deshoje en la mañana,
Para en la noche, soñar contigo.
Antonia Ceada Acevedo