Transcribo estas expresiones con apego
y lleno de excesivo amor y felicidad.
Ya que tú, mi ángel, te vas a alegrar,
por este poema que te voy a presentar.
Inicio recordando cuando te conocí,
cuando me aceptaste y me diste el sí.
No pensaba que tú me ibas a querer
y siempre contigo iba a permanecer.
Pero tú me abriste los ojos y entendí
y supe que tú no me mentías.
A pesar de que me lo repetías,
¡ay mi amor, qué haría sin ti!
Por eso te quiero y también te adoro,
eres en mi vida todo mi tesoro.
Y yo sin ti a mi lado, no soy nada
y de tu mano quiero andar, mi amada.
Sincero y puro es nuestro amor
y perdona si te cause algún dolor.
Pero ya todo se lo llevó el viento
ya no hay reproches, ni lamento.
Te prometo que vivirás la alegría,
yo haré que tus labios sonrían.
Jamás aparentes, sé cómo quieres
porque yo a ti te amo como eres.
Recuerda que te quiero de verdad
y quiero estar contigo en la eternidad.
¿Casarnos? Qué buena idea es esa,
sabes, te quiero mucho princesa.