Fredy Maldonado Cordero

HOMBRE BUENO

Vanos sueños se conciben muchas veces,

en la mente de ambiciosa pretensión,

es de almas que han perdido la cordura,

por correr tras el poder y la deleble ambición

 

Se descorre el telón de este teatro malicioso,

en la obra miserable de una vida sin sentido,

ya no es dulce, ya no es santo ni glorioso,

simplemente el hombre bueno se ha perdido.

 

Se ha posado fuertemente el maleficio,

en el germen prodigioso de la espiritualidad,

ha borrado la virtud del honor y el sacrificio,

desvirtuando el valor infinito de la humanidad.

 

Hoy en día no se habla de otra cosa,

que no sea la mentira, la venganza y corrupción,

se han diluido los deseos de una vida decorosa,

ya no hay quienes se sustenten en la oración.

 

¡Oh vida!, que te ensañas y vengativa te levantas,

a las almas buenas has extraviado de la verdad,

abundante has vertido en las fuentes sacrosantas,

el veneno que acribilla el impulso a la hermandad.

 

Si supieras cuánto te amo desde que eres parte mía,

oh vida, fiel aliada de mi esfuerzo y mi trabajo tu serías,

apartándome del dolor del fracaso y de la triste agonía,

cobijando mi corazón y concediéndome mil maravillas.

 

Más no pretendas cambiar el Universo de mi interno,

que es torrente de ilusión a una vida en primavera,

es el viento que impetuoso se extiende siempre eterno,

en las fibras más sublimes de mi dicha y mi quimera.

 

Si… Amo con la fuerza del huracán de pronto liberado,

concibiendo que la vida es grandeza y divina condición,

que se cuida con el ansia del más tierno enamorado,

y se protege, como protege la madre al hijo aún en perdición.

 

Clamo al cielo la dulzura y fortaleza sin medida,

en soporte a la lucha en contra del pecado y el fracaso,

que con alas amorosas me lleve a la gloria pretendida,

y sonriente me encamine a los tiempos de mi ocaso.

 

Me aferro con sentido y con motivo al correcto proceder,

protegiendo mi camino con la luz del misterio celestial,

pues a toda hora de mi existencia sé que es menester,

darlo todo como agua fresca del más dulce manantial.

 

Si hermano, vive y disfruta con denuedo tu existencia,

por cada ofensa devuelve amor sin envidia ni medida,

nunca olvides que el amor es la verdadera esencia,

con la que puedes recobrar la fe que se piensa ya perdida.

 

No sucumbas frente al poder del dolor y del reverso,

ni te afanes por manjares de simbólica perdición,

vive siempre en la lucha que aunque exija gran esfuerzo,

siempre es gracia, es contento e indeleble bendición.

 

Te aseguro y te confirmo que mis ojos son testigos,

del milagro clamoroso de la vida portentosa,

son mis labios portadores de vocablos bendecidos,

porque amo, porque creo en la belleza de la rosa.

 

Ama… Sí… Ama y concédele a tu limpio corazón,

esa dicha que te ofrece el misterio del destino incierto,

que te impulsa a ofrecerte humildemente y en perdón,

como fuente fresca a las almas extraviadas en el desierto.

 

No permitas que la ira, el odio y la mentira te atrapen,

suele siempre y diariamente reclinarte en humildad,

aunque en este mundo es más fácil que te maten,

si eres bueno no verás jamás ni dolor ni calamidad.

 

Por eso, recoge tiernamente mi dolor y mi vergüenza,

no me juzgues duramente, soy humano y pecador,

acaricia las heridas más profundas de mi existencia,

dame eso, que también me da mi amadísimo Creador.

 

Santo cielo que conoces ampliamente mis pecados,

no condenes ni arrojes al infierno mis errores,

soy espejo de la vida en un mundo de horrores,

más perdón clamo a Dios con mis ojos desvelados.

 

Me turban fuerte todos estos sentimientos encontrados,

más no por ello a esta hora estoy dispuesto a claudicar,

aún me queda el beneficio de perdones concebidos,

en la misericordia de Aquel que me espera en el altar.

 

Estoy seguro que aún hay tiempo para robar,

de lo sublime la presea que me lleve al portento,

más es preciso que se expanda el verbo amar,

en el cielo, en la tierra, en el agua y el firmamento.

 

Sueño por lo pronto ver resurgir de tus ojos el destello,

que me diga silencioso que no todo se ha perdido,

que aún hay vientos de frescura y éter bello,

que aún hay gente buena de amor puro y desmedido.

 

Por eso hermano no sucumbas fácilmente en lo negativo,

si la vida te ha dado lo mejor y más brillante del Universo,

eres germen vivificante de lo secreto y lo creativo,

eres dulce inspiración de un soneto, de una historia y un verso.

 

¿Acaso piensas que es mentira la existencia en su grandeza?

¿Acaso crees que la creación es una obra mala y fallida?

Ciertamente, sostenerse en la virtud es una gran proeza,

emulando sin razón y en hipócrita actitud es fe perdida.

 

Si te ofreces en amor sé sincero y no lo empañes,

glorifícalo en tu entrega de sublime y fiel sinceridad,

ni mentiras, ni traiciones, no corrompas ni engañes,

no seas fuente ni propicies pecaminosa enemistad.

 

Eres tú un manantial de sabiduría y virtual pureza,

sostenida en la promesa de una vida de eternidad,

sé bueno, sé santo, sé sincero en plenitud y entereza,

sé motivo al encuentro del hombre en total fraternidad.