Hoy que no estas aquí
Se que valió la pena conocerte
Y compartir contigo el tiempo
Que mi inmadures y el destino permitieron.
Hoy se que valieron la pena
Esos besos furtivos que nos dábamos
Esas caricias silentes
Cuyos únicos testigos
fueron Dios y la modesta morada
Que nos sirvió de refugio.
Hoy tu amor pertenece a otros brazos
Quizás más dignos,
pero no más cálidos
Quizás más merecidos,
pero no más apasionados
que los míos.
Hoy bajo la escasa luz de una vela
Escribo estas tonterías
Pues, ya para que lamentarme del pasado,
Es mejor que espere,
Que excusas tendré
Para lamentarme mañana...yo mimo