Fe y esperanza es tu nombre, madre mía.
Engalanas el cielo y la tierra, con tu rostro.
Luz de la alborada, es tu tierna mirada,
Irradias destellos de noche y de día,
Zafiros nacen de tus manos doradas,
Diosa de mis ensueños, eres tú;
Inmenso es el manantial de tu amor,
Ángel de mi guarda, eres tú.
Madre, son caricias a mi sombra;
Avatares en mis pasos presurosos,
Diáfana a mis delirios de penumbra,
Regocijo en mis días probos,
Eterna en mi memoria, madre mía.