Tan separados como el sol y la luna
Tú y yo vamos muriendo a la distancia
Tú vas irradiando albor en la lejanía
Y yo envuelto en sombras y en desgracia
Tatuados están, en nuestras retinas
Los retratos que borra el pasar del tiempo
Distorsionados recuerdos de nuestras vidas
Que se van alejando como el fluir del viento
Tan parecida es tu soledad a la mía
El sufrimiento que nos embarga es el mismo
Es la misma añoranza la que nos guía
A ver el cielo y no caer al abismo
Que poco podemos hacer mi creadora
Por acercar las millas que nos alejan
Pero en mi alma hay esperanza soñadora
Pues tu calor en mi esencia se refleja
Si idéntica mirada reflejamos en el rostro
De inocencia despojada por este mundo
Y en hogares solitarios y destrozados
Solo nuestras voces nos salvan del absurdo
Porque mi voz aleja el dolor de tu esencia
Y la tuya aleja la daga de mis venas
Porque tu halo cubre a mi presencia
Y mi recuerdo desvanece todas tus penas
Si nuestro invierno se vive al mismo tiempo
Pero nuestro calor no está en el mismo lugar
Pero aunque la añoranza tiene el mismo asiento
Nuestros ojos nunca nos dejan de buscar
Tú en mi alma y yo en la tuya
El único abrazo que nos podemos dar
Es el más tenue pero el más puro
Y es la única muestra de nuestro hogar
Mis besos no llegan a tu mejilla
Ni la mía puede sentir a los tuyos
Pero de alguna manera encontramos la vía
Que a nuestros oídos lleguen nuestros murmullos
Y aunque nuestras lagrimas sean compartidas
Madre, nunca perdamos las esperanzas
Porque aunque no sea posible en esta vida
Algún día estaremos juntos en la lontananza
Por habernos amado desde la temprana cuna
El amor más puro sentimos nosotros
Este amor que nos acompañará a la tumba
Y nunca se borrará de nuestros rostros.
Andrés Ruiz H.