¡Palabras! ¡Palabras que cruzan por los aires
y en el interior se depositan!
¡Venid, llevadme hacia el concierto apasionado
de vuestras ocultas sinfonías!
¡Celajes! ¡Celajes que se pintan en el aire
cuando las tardes agonizan!¡
Venid, dejadme los pinceles y los cuadros
de vuestra inspiración escondida!
¡Canciones! ¡Canciones que traspasan
el dolor y la alegría!
¡Venid, tocad en mi estructura interna
la pasión de David y los salmistas!
¡Poesía! ¡Poesía que del corazón viene
para dar a luz la vida!
¡Salid, recoged los dones entregados
en el transcurso de los días,
para fundirlos en el íntimo crisol
de este poeta que te abriga,
y así puedan surgir apasionados
los versos que este mundo necesita!