Sammantha

Tienes permiso, oh amor mío...

Tienes permiso de entrar en mi boca

y sacar los dientes de media luna…

Oh, espejo de mi alegría.

 

Dichosos aquellos que caminan,

dichosos los que no andan de pies,

oh, caminos.

 

Tienes permiso de sacarme una palpitación,

 para después entrar en mi caja de música.

Tú, corazón.

 

Dichosos los que saltan las máscaras,

y dejan sus ojos en algún resplandor.

 

Tienes el argumento necesario

para persuadirme a volar.

Oh, nube mía.

 

Dichosos los que besan los  besos,

 y no los que intentan besar sus armamentos.

 

Tienes mi sombra de esperanza,

 tú amor de mi alma,

de ésta vida y otras tantas...

 

Sammnatha