Dejarme aparcarme muy cerca de tu espalda,
Morar donde anidan tus sueños e ilusiones,
Ser el habitual de tu mundo completo
Y el ocaso cuando se apaguen tus ojos.
Déjame matinal ser tu decisión primera
Como la energía que te colme el cuerpo
Ser la razón por la que vives
Aferrada a tu estrella amada.
Déjame ser la aureola inseparable
Que desvive tu cuerpo y pensamientos,
Sin cuestionamientos ser la plusvalía
De tu inmenso corazón…
Déjame por fin ser tu punto de partida y de llegada vida mía.