A mi manera
Te amé como se amar,
A mi manera.
Siendo en cada cosa diferente
pero dándote mujer, y tu lo sabes,
lo que tu pude dar, el alma entera.
Quise ser contigo de otro modo
en forma menos convencional
y más sincera , pero ya lo vez,
ni tu ni yo somos culpables…
no todo puede ser como se espera.
Te tuve entre mis brazos tantas veces
sintiéndote mi mundo y mi frontera,
bebiendo el infinito de tus ojos
jugando con tu blonda cabellera
borrando de tu cuerpo y de tu mente
el residuo más mínimo,
la más mínima huella que pudiera quedar
de la caricia ajena…
Te dabas tan toda y tan de lleno,
supiste ser amante amiga y compañera.
A veces compartiendo mi silencio
Y el sabor amargo de mis penas,
o discutiendo por un altercado
o contemplando una lejana estrella
o hablando de las cosas del trabajo
o tejiendo en el pensar alguna idea
o fabricando con nuestras ilusiones
un hermoso sueño de quimera…
pero sobre todo compartiendo
el Yo sin condiciones de la verdad sincera…
Cierto, que te distes en tal forma
en esos momentos del amor supremo;
en tu alcoba, en el sofá, sobre la alfombra,
solos los dos siendo el universo.
En esos momentos que estuvimos juntos…
Sintiendo que tu aliento era mi aliento,
sintiendo el tremolar que había en tu boca
y el palpitar de ambos sentimientos…
Posando mis labios en tus labios,
uniendo mi lengua con tu lengua,
fundiendo en pasional abrazo
tu cuerpo de rosa desnudada,
con mi cuerpo de abeja.
Que me amabas, me decías que me amabas,
que te amaba, me pedías que dijera.
Y yo pensando - “Si la quiero tanto”
- “Te amo”, musitaba por tu oreja.
Y haciendo ruta con mi boca
Caminé cada región sobre tu cuerpo:
Ascendiendo las cumbres candorosas
de tus senos,
plantando en tus pezones
la semilla encendida de mis besos,
bajando a la tibia sabana de tu vientre,
siguiendo el ensanchar
de tu cadera helena,
bordando las columnas de tus muslos,
tu mano, acariciando mi cabeza
y llegando a la región de ensueño
explorar el monte sagrado
de Venus…
Entonces nuestras bocas
confundíanse en un beso,
te sentía gemir, te aprisionaba,
sintiéndote en la entrega por entero.
Te dabas tan toda y tan de lleno
en esos momentos de convulso clímax,
cuando entrelazados nuestros cuerpos
parecía reventar toda la dicha…
Te amé como se amar,
A mi manera.
Esperando encontrarte a cada instante,
sin pretender jamás que lo supieras…
Te di mujer, lo que tenía
un pedazo de alma, un sueño,
la angustia de existir
y el calor de mi cuerpo…
No logras entenderlo, no lo entiendes
yo labro con angustia mi camino.
No logras comprender, no lo comprendes
No quiero ser contigo posesivo…
Se feliz, vive tu vida como quieres
que ahora se bifurca mi destino.
Sigue tu ruta,
que es la luz de tu esperanza,
yo solo seguiré por mi pendiente.
Ya lo ves,
ni tú ni yo somos culpables,
la vida es así… ¡Que tengas suerte!
Rafael