Al final quedan las horas
sin sentido del pasado,
de las cosas que dijimos,
del amor que no fue amado.
Solo queda un cruel recuerdo
de las días que pasamos
un hubiera que no existe,
un camino que no andamos.
Un amor que había muerto,
mucho antes de nacer
al que no le dimos tiempo
que llegara a florecer.
Tanto guarda aún mi pecho,
cuanto más, mi corazón,
tanto tiempo no ha matado,
ni mi amor, ni mi pasión.
Al final solo ha quedado
una ventana que no se alumbró,
una canción sin ser cantada
una carta que nunca se entregó.
De final quedaron cosas
que jamás se pronunciaron,
sentimientos que a la postre,
nos hubieran amarrado.
Al final me venció el miedo
a decirte que te amaba
que mi alma siempre a gritos
por tu nombre me clamaba.
Este amor derrotó al tiempo,
y se ha resistido al olvido
venerando solo tu recuerdo,
con el que feliz ha resistido.
Al final queda tu nombre,
al final queda una historia,
de un amor que solo existe
en los desatinos de mi memoria.