Eran otros tiempos y qué tiempos aquellos!
Cuando al llover, salíamos pronto a jugar en la lluvia,
dejandonos arrastrar por raudales en las calles, sin temores
al tiempo ní a los mayores, más llenos de sanas alegrias.
Cuando la abuela pedía, ir a comprar velas y fósforos
al almacén de la esquina, para rezar rosario a su santo del día.
Eran otros tiempos y qué tiempos aquellos!
_ hora de dormir, rezar, pedidos de bendiciones
y a la cama. A la mañana levantarse sin protestas, obedientes
y bien portados, íbamos caminando al colegio, de guardapolvos,
medias soquetes y zapatos blancos. Acelerando pasos al sonar la
campana de entrada. Formando filas, desde el más pequeño al más grandecito,
cantando el himno patrio al izar la bandera, todos en solemne y decorosa
estampa.
!Eran otros tiempos y qué tiempos aquellos!
luz teresa maldonado folkerts