Una guitarra, un verso y un cafè,
incrustaron melodìas optimistas
sobre mi pared.
Una guitarra,
alma sonora,
expresiòn fiel y cautivadora,
emite sus dulces acordes al cielo,
surgiendo con su propio vuelo.
Un verso,
componente literario del universo,
sentir propio del artista,
una musa nos despierta,
en cada visita.
Un cafè,
El sabor incomparable de tus granos,
atrapa mis sentidos como una red,
inseparable compañero de la mañana,
tu exquisita fragancia me invade cada semana.
Una guitarra, un verso y un cafè,
dieron un paseo con las musas,
y este poeta para componer ,
no pierde la fè.