Si hablas sin pensar, sueltas disparates
y si tus palabras no las mides
y las expones en tu escaparate
para ver si a cogerlas se deciden
eso que tu ofreces, es lo que tu pides
la mayoría de las conversaciones
son banales y no aportan nada
y divagan con las alucinaciones
que prejuzgan de forma acalorada
prepotentes, vanidosas y obcecadas
el dicho popular bien nos dice
haz oídos sordos a las palabras necias
pero si la estupidez te bendice
las necedades las haces ciencias
y el dicho lo dices y te pone en evidencia
aunque su conversación sea esbelta
y florida, si en algo se equivoca
por su boca no sabe lo que suelta
y si con títulos se droga y se coloca
altivo especula y la verdad la disloca
bien nos decía Antonio Machado
“ Jamás perdona el necio que vio la nuez vacía
que dio a cascar al diente de la sabiduría “
que el que escucha no es necio y ha rectificado
aceptando la lección que se le ha dado
hablar lo justo y ser consecuente
del sabio es su disciplina
que prudente y elocuente
lo que se pretende ocultar lo adivina
y calla cuando su interlocutor no afina
las conversaciones nos delatan
definen lo que somos
y sus contenidos acatan
a lo que cultivamos con aplomo
la verdad o insensateces en tomos