Amor de mi alma.
Soy de tu piel en otro contraste.
Eres de lo que el mundo carece,
mujer de eterna bondad.
Eres amor y vida,
vida que abrazó tu vientre...
pequeña semilla.
¡Oh madre mía, soy tu fruto!
Tus abrazos y sonrisa son tesoro de mis pies.
Cuando camino y respiro,
por ti disfruto de mi vida, tú, armonía.
Armonía que desepciona mi maldad,
que como nube soleada guias el camino...
mi camino. ¡Oh, madre mía!
Mujer sabia.
Amo tu sangre que da color a tu blanca sonrisa,
a tu blanca piel. Y tú, color a mi mundo.
Amo tu sangre, mi sangre, oh, carne de tu carne.
Conoces mas de mi silencio,
de lo que yo sé de hablar.
Cuando mis lágrimas secas
y mis enfermedades has velado.
¡Oh madre mía, cuánto por agradecerte!
Llevo el cordón umbilical tan largo y presente.
Como te llevo a ti en mi vida, siempre en mi mente.
Te amo así, Oh madre mía.
Amor de mi vida... amor eterno.
Sammantha