Si fuiste ave en el viento
tu vuelo me dejó música y baile.
Si fuiste ola desnuda
dejaste en mi ansiedad tu ritmo.
Si fuiste amanecer temprano
tus ojos en el aire quedaron encendidos.
Podría desmenuzar el universo
y en cada trozo palpitante encontraría
algo que me dejaste.
La rotura del freno, por ejemplo
las hojas de tu vida alfombrando mi cuarto
tus yemas adivinas en las sombras
el fuego corriendo por mis venas.
Desde ti la sed ardió en mi garganta
comenzó el escozor del tacto
se inundó de amor mi boca ingenua
y mis ojos mudos
aprendieron a hablar.