Miguel Angel Ortigoza García
SILENCIO, SILENCIO, SILENCIO.
¿Cómo podré escribir
Un poema suave y sereno,
Si mi alma está llena
De abrojos y veneno?
Hoy llevo odio y rencor
Por tantos besos malditos
Que sin piedad me engañaron
Con disfraces exquisitos.
Mi corazón casi santo
Se ha vuelto fiera salvaje
Cuando el amor de mi vida
Ya no aguantó su ropaje.
La misma historia de siempre
Un te quiero y mil promesas
Una cita enamorada
La balanza y la pobreza.
De entre cenizas y angustias
Levanto mi cáliz de honor.
Silencio, silencio, silencio,
Es el precio de mi amor.