Puñado de metáforas, y otras cosas que en mi mente
encontré....
Parvadas de golondrinas en el cielo
escaparon de mi boca en un grito,
huyendo tras la noche, un velo;
escondiéndose en el cielo infinito.
Se hacen de la noche los trajes de poetas
que los moldea el viento, que los cose la brisa,
se colorean de nostalgia, para noches de etiqueta...
Una mujer se acerco, y un beso me robo
que atrevida mujer, que nunca su rostro mostró,
solo recuerdo sus tacones de fuego
que nunca tocaron el suelo;
no era de carne, era de sueño,
era de mito, provocaba desvelo
y yo tan santo, pecaba en su recuerdo
yo tan santo, pecaba en deseo...
Vivo disperso, dispersa es mi vida
como átomos sin dueño
como huérfanas moléculas;
algún día, tal vez algún día
pueda darle forma
a esta desordenada rebeldía...
Puñados en la noche de chispas
como pintadas con pinceles;
como si la luna se hubiese caído en el mar
salpicando el tejado de este mundo
con aquellas brillantes chispas, de arena y sal...
Una tarde de inspiración me sentí poeta
y cual cántaro roto, por mis poros
derrame pequeños versos;
entonces entro a la habitación una niña
y pregunto sorprendida
¿Qué hacen todas esas letras en el suelo?
que se me regaron los versos niña, le decía
y se hicieron poesía, se hicieron poesía...
Voló sobre mi una libre y hermosa avecilla
ambicioso lancé, para atraparla, una roca
la capture haciendo de una jaula su morada.
Pero que tristeza la mía, que tristeza sentía
al mirarla ahí dentro, ya no era hermosa
ni sus plumas parecían de ángel
ni su canto era de prosa...
Seguía la vereda de verde paisaje,
seguía sin saber el destino de mi destino,
pensaba llegado el final, descansaría,
pensaba llegado el final todo sería mas fácil;
y llegue al final, y la vereda, la verde vereda,
se dividía como los árboles, como sus ramas,
en agonía, en desespero y en cien veredas más...
Un agujero mágico en la pared dibujé
como si se tratase de un cuento de hadas
para sacar de ahí lo maravilloso
que en esta vida me faltara;
entonces al pensar en tu sonrisa
sin titubear lo borre,
pues me di cuenta mujer
que junto a ti no me hace falta nada...
Hay niños jugando en el parque
con los niños que dejamos de ver;
un imaginario amiguito
que alguna vez en silencio escuché...
Hay mujeres en sus camas llorando,
un hombre no les mira el corazón,
que pecado es querer a una sola
cuando hay tantas almas
pidiendo a gritos una pizca de amor..