Vicente Martín Martín

DISTINTOS

DISTINTOS

 

Siempre había un imbécil

o un cretino integral que se reía de ellos

 

ellos eran distintos,

solamente distintos a la hora de hablar

de coyunturas obscenas,

distintos al decir,

al entender

que amar era un concierto en que se mezclan

nalgas y castañuelas

 

ellos eran la carta nunca escrita,

los verbos que se hacían intransitivos,

la mofa,

el chiste fácil,

la ingratitud del cero,

la mirada escondida y el fracaso

de una infancia prohibida a las muñecas abstractas

 

nosotros, los demás

éramos puros,

suficientes, cabales y los únicos

con derecho a ocupar plaza de abate

y licencia de un dios para morirnos

a gusto en cualquier cama.