A tan sólo diez segundos de tu piel
el reloj se quiso detener
tu mirada, que fingía estabas bien
otra copa, otro cliente, otro hotel
Tan solo buscábamos diversión
sin respuestas, sin motivos, sin razón
y tú amante complaciente, bella al fin
nos besaste con tu cuerpo de marfil
Pamela quisiera que fueras estrella
robarte del templo de mujeres bellas
que pasan la noche, que toman un trago
que vuelven de miel los ratos amargos
Pamela te pido nos dejes volver
al cielo que tienes en ese lugar
donde nuestras almas queremos perder
en brazos de las que no saben amar