Aluminé

Quizás

 

 

Un minuto es suficiente para

verte, olerte, oírte, sentirte.

 

Un minuto es suficiente para

ser lo que nunca fui, intentar lo que siempre quise.

 

Un minuto es suficiente para

sentir la caricia de tus labios,

el néctar que emerge de tu piel.

 

Un minuto es suficiente para

no borrarte de mis pensamientos.

 

Pero un minuto no es suficiente para

resignarme a perderte así,

comprender que la vida lo decidió así.

 

¿Sería?... ¿Podrías?...