No se inclinarme de rodillas, tampoco se juntar
mis manos en angélico gesto y los ojos elevar,
no se adoptar ese aire de bendita santidad
pero Señor, aun así ruego por nuestro bienestar.
Danos la fuerza para cambiar los problemas
y no tratar de esconderlos detrás de las piedras,
te pido paciencia para enfrentar con fiereza
todas las cosas y pensamientos que me aquejan.
Danos compasión por los demás humanos
aunque tal vez no seamos tan hermanos
te pido que el corazón no se endurezca
al mirar de cerca de otros sus tragedias.
Danos esperanza para cosechar el mañana
por nuestros hijos, por todas nuestras almas
te pido que alejes nuestra indiferencia
por esa realidad que nos queda ajena.
Danos el valor para no olvidarnos nunca
que entre nosotros cambiar podemos
lo que nos duele, lo que no queremos
te pido Señor, porque de amor nos has hecho.
En medio de un mundo que se cae a pedazos
danos memoria para no equivocarnos
en los caminos falsos que quieren vendernos
te pido Señor, aprendamos a entendernos.
En medio del caos que sobre todo hoy reina
dame la luz para mirar siempre afuera
del cerrado espacio de la opaca esfera
en donde habito, que su dolor sea mi problema.
No soy quien para pedirte una respuesta,
pero Señor que amo como nadie más pudiera
te pido que escuches lo que mi alma expresa,
el clamor, el duelo por el hambre y la pobreza.
No soy quien para denunciar tanta vileza
pues mi corazón mezquino en esto se mezcla,
más Señor, si escuchas lo que grita mi cabeza
dame un gran corazón para cambiar mi planeta.