"besar tus ojos
fugaz y dulcemente,
es como un haiku" (benchy43)
Mis versos son palomas envestidas de blanco,
mariposas posadas en mutisias y jazmines,
arroyuelos que bajan al pie de la montaña,
sombras de un Pehuén adormecido.
Atrapan vientos y luces de colores
para mis nietos y los niños de este mundo,
desprecian los fragores de las guerras,
aman las cosas pequeñas de los días.
Mis versos son destellos de la luna
y estrellas robadas a la noche,
besan labios de oceánica ternura,
se esconden en los sueños de la almohada.
Saben de mate, cigarrillo y campo afuera,
se mecen en el monte entre trigales,
cantan loas a los rayos matinales
y a la rojiza despedida de la tarde.
Mis versos son simpleza pueblerina,
que caminan veredas de rocío,
se miran en espejos de los charcos
y trinan con zorzales saltarines.
Como locos que son, le hablan al perro,
a la señora protestona en el mercado,
a la cajera que mira sin mirarlos,
a los que escuchan aún sin escucharlos.
Mis versos no claudican si tropiezan
porque siempre habrá un sostén donde amarrarse,
porque siempre habrá un aliento que aniquile
las piedras que aparecen en su senda.
Creen en Dios Omnipotente
y rezan de memoria el Padrenuestro,
lloran las miserias de otros hombres,
ruegan por la paz y la justicia.
Mis versos son para todos los que aman
y hacen del amor una poesía,
maquillando los murales con grafitis
de ensueños y un rimar enamorado.
Aunque son humildes y morirán humildes,
a veces se codean con Benedetti
y se mezclan con los libros de Neruda...
¡desvergonzados, por favor, desvergonzados!
Mis versos, ay mujer, son para vos
que llevas la dulzura en la mirada,
mis versos, sí señor, son para usted
por ser un caballero total, noble y sincero.
O quizás sólo sean aromas de un clavel en mi ventana
y caricias del cielo, inolvidables.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
CON TODO MI AGRADECIMIENTO, QUERIDOS AMIGOS, LOS LLEVO EN EL CORAZÓN. GRACIAS, MILES.
Ilustración: niña alimentando a las palomas, Plaza de Mayo, Buenos Aires, ARGENTINA.