Ella, hipnotiza con su imagen
vuelve locos los sentidos
de quien ven en ella
inspiración a sus latidos.
El, enamora con sus versos
a pequeñas golondrinas
mientras vierte su veneno
en palabras muy bonitas.
Ella tiene poses de realeza
a unos hombres los castiga
sin responder sus comentarios
mirándoles muy altiva.
El, se esconde en las palabras
con que duerme las razones
embelesa los oídos de las damas
y hace latir sus corazones.
Ella, guiña el ojo a las sombras
a sus pretendientes fantasmales
que se ama cual reflejos
en los prismas abismales.
El, enseña hábilmente
a las mujeres sus encantos
aunque a veces haga uso
de patrañas y de engaños-
Ella, crea un mundo paralelo
donde sólo ella es princesa
aunque tenga que arrastrar el nombre
de aquel al que pretenda.
El, con aires de caballero
va alardeando por el camino
aunque las quimeras que promete
no tengan ningún destino.
Ella, cambia de piel cada momento
atendiendo a varios pretendientes
aunque algunos sean etéreos
que aparecen de repente.
El y ella viven dentro
de una mística mentira
que consume la vergüenza
la poca que aún tenían.
El y ella son el mismo
ella y él son también la misma
mientras su alma se vacía
y su pequeñez así maquilla.