Andrés Mª

VEN MUY PRONTO Y NO ME TARDES

Tú te aparcaste en mi orilla,

sin saber nada de mí

y te sentaste a mi lado

y me hiciste sonreír.

Y tus remos y los míos

se entrelazaron en sueños

de navegar por los ríos

de nuestras vidas, sin credo.

Es la fe la que da vida,

pero nunca en los momentos,

que presentes siempre son

y no en futuros inciertos.

Hemos navegado juntos

y hemos consumido etapas…

ahora tan sólo nos queda

que fusionemos las almas.

He regresado a mi río,

esperando que tú vengas;

saldremos al mar, sin olas

e izaremos nuestras velas,

con rumbo desconocido,

guiados por las estrellas,

que iluminen coordenadas

de aguas tranquilas y bellas,

todo un mar de sensaciones

-océanos sin esperas-.

Ven muy pronto y no me tardes,

que la marea se acerca

con el sabor de la noche,

con esa luna tan bella,

que al abrigo de los cielos

nos sonríe y nos contempla.

Cubriremos nuestros besos

con la sombra de las velas,

pues la luna es muy celosa

y nos vigila de cerca.

No tengas temor, mi vida,

que aún hay luz en las estrellas

para incendiar este amor

si tú lo quieres… ¿me dejas?