El deber del ser humano
autentico y genuino
es el autodominio
que constante y llano
se aleja de lo vano
quien se esfuerza con paciencia
en esta disciplina
reflexiona cuando desatina
y corrige sus imprudencias
limpiando su conciencia
las malas conversaciones
las injurias despechadas
la violencia no justificada
y las viles proposiciones
las rechaza sin vacilaciones
consciente de que la ignorancia
tiene su origen en la codicia
raíz de la infame malicia
y de todos los pecados estancia
se mantiene de ella a distancia
de los deseos innecesarios
vacía el su mente
y aceptando lo que es conveniente
adquiere lo que es necesario
para servir espiritualmente
desapegado de lo que le rodea
su tesoro es la tranquilidad
que le da la habilidad
que con la modestia se codea
y las circunstancias las sondea
el desanimo no le abate
en las adversas situaciones
que con espontáneas proposiciones
sagazmente las combate
rechazando los disparates
habla con la dulzura
compasiva y piadosa
de su alma bondadosa
derrochando su ternura
con los afligidos y las criaturas
advierte al ser malvado
con respeto y convincente
y si se muestra vehemente
y despiadadamente osado
con los medios apropiados
y a las circunstancias adaptado
lo combatirá determinado
elocuente, activo y atento
y lleno de energía
la sinceridad le guía
y con nobles pensamientos
la benevolencia es su sustento
con la verdad es penitente
con ella se alimenta
y con ella se contenta
esforzándose permanentemente
en las evidencias que son patentes
una sencilla cabaña
o un palacio suntuoso
lo ve con el sereno reposo
del que en la verdad se baña
y lo relativo nunca lo engaña
completamente renunciado
y a la Divinidad unido
satisfecho y resarcido
sereno y auto controlado
ve a Dios en todos los lados
con el conocimiento experimentado
planifica como es debido
adquiriendo lo necesario
para alcanzar el objetivo deseado
y con esfuerzos decididos
la fe lo esta sustentando
con la esperanza de lograrlo
su autodominio es el remedio
para analizar lo inesperado
que el destino ha impuesto
y no estaba programado
y debe de ser solucionado
con los medios que disponemos
a las circunstancias que se han dado
si lo propuesto no se ha alcanzado
es que Dios no lo ha aprobado
porque no lo merecemos
o porque no lo necesitamos
aquel que no se ha frustrado
cuando su plan se ha desbaratado
si con exceso se ha alegrado
cuando su plan ha triunfado
su autodominio lo ha alcanzado
y con paz interior esta equilibrado