Ellas miran la vida en ingles
yo las miro en español
ellas sonríen su suerte en ese idioma
yo no entiendo la locura de esos ojos glaucos
una tararea y silva un rock
mira graciosa y se luce
sacudiendo al viento su vaporoso trigal
la otra solo mira modosita
lanza al aire una pregunta
y la primera dice: “why not?”
Ahora juegan a las cartas su alegría en “jean” azul
con entusiasmo de otra playa
con reverberaciones de otro sol
y solo miran a este lado del planeta
cuando alguna de las dos gana una partida
para decirme con una leve sonrisa
que gana la que ganó.
Me sonríen inquietudes que no entiendo
y juegan con sus “yes” y sus “oh my God”
juegan y se miran y me olvidan
se esfuman en la fugacidad de dos mundos
separados en dos mesas
por idiomas diferentes
lado a lado
a tres metros que son una eternidad.