Lo encontré en un rincón del patio; lo vi en el suelo y lo creí herido.Con inexplicable y tonto temor, me acerqué curiosa y vacilante.
Una tanza muy fina envolvía sus frágiles patitas y su cuello.
Aleteaba desesperado, extendí mis manos, cabía en ellas...estaba asustado y desenredé el hilo...
Lo tuve cálido y temeroso un segundo y lo dejé volar, fue hacia el cielo...quizas hubiese querido decirme, gracias.
Yo... sentí como se sienten los que hacen gestos bellos.
Así como Dios tuvo compasión de mí y me dejó volar hacia su cielo, mientras me tuvo compasión, mientras me amó....
Lejos de considerarme Dios, sí me soñé pájaro,frágil pájaro que aprendió a volar de nuevo, mil veces de nuevo...porque una vez, Dios me liberó de mis cadenas.