Tal parece que la vida corre tan de prisa
que no alcanza para ver lo que pasa en la otra orilla
si se detiene el paso hay amenaza
de que un tropel no pase por encima
y es mejor conceder una vigilia
que dormir en un banco de esperanza.
En este juego que se llama vida
que a veces amenaza con cerrarse
es más fácil perder una partida
que tener la osadía de arriesgarse.
No me extraña, los ojos que no me miran
con lágrimas el dolor tiene la huida
¿ llorar es de débiles acaso
o no llorar es demostrar más valentía?