SelenioE

Venus de Willendorf

Entramos de la mano en la habitación.

La puerta se cerró sin dudar. (Lo queríamos).

No necesitamos interrupciones, ni ropa.

Por todas partes, manos y calores.

Mírame con lujuria, tu gran lujuria.

El control empieza a perder sentido...

Suspiro tras suspiro, nos tocamos.

 

Aparece un beso, no tan gentil, luego otro, luego otro.

Alternativas de labio y lengua,

con los ojos abiertos, desafiantes, exigentes.

Un mordisco audaz, una nalgada.

El pulso aumenta, las uñas pasan...

Suspiro tras suspiro, lo besas.

 

Me quieres todo para ti, yo también.

A una cuarta del ombligo hacia los pies

nace un estremecimiento, cierras los ojos,

en tu suculenta gran figura, festín de generosidad.

Yacientes, horizontales, luchando,

disfrutando todo, todo, todo tu cuerpo.

Me quieres mas profundo, tomas mis nalgas.

Abres la boca, viene la marea.

Suspiro tras suspiro, al acabar, suspiramos.