Pachuco

Niña pequeña y morena

Niña pequeña y morena
que me regalas dulzura
no te atrevas a quererme
no me entregues tu hermosura

 

Ya es muy tarde para mi
que vuelvo triste y cansado
de andar senderos perdidos
recovecos malhadados

 

En ellos dejé la vida
la ilusión y la inocencia
sólo me dieron monedas
cuando buscaba conciencia

 

Me miro las manos sucias
de tanto amasar los días
y no me atrevo a tocarte
pues quien quiere no mancilla

 

Te enamoraste del brillo
afiebrado de mis ojos
y no sabes que relumbran
enceguecidos de asombro

 

de contemplar a la muerte,
de llorar en mil velorios
donde enterraban mis sueños
donde brotaba mi encono

 

Estos rasgos tan marcados
estas huellas de mi rostro
esconden todas las lágrimas
que el viento secó de pronto

 

Soy esclavo de pasiones
mi grillete es la carne
sería tu perdición,
tu salvación es dejarme

 

Olvidé amar con pureza
no quiero ensuciar besando
tu piel, tus labios, tu cuello
la tersura de tus manos

 

¡Pero, si aún eres tan niña!
a quien la vida es ajena
y yo ya sólo soy sombra
puro huesos, honda pena

 

Mi camino ya termina
y el tuyo recién empieza
yo soy el tiempo pasado
tu hueles a primavera

 

No dejes robarte el claro
retintinear de tu risa
tus formas puras y bellas
esa voz tan cantarina

 

Y si algún día me nombras
que sea con gran cariño
como el hombre que te dejó
por lo mucho que te quizo

 

Cobija, abril de 2008