Andrés Mª

TARDE DE AMOR

Las golondrinas se visten

con el frac de sus ancestros

y celebran y festejan

con un vals este momento.

Esta tarde solitaria,

con mi café y mi cuaderno,

es un cuadro permanente

en mi privado museo.

Y los recuerdos afloran

y el corazón reverdece

y mi pluma, lanza en ristre,

escribe versos que siente

y que nacen en mi tinta,

que esta tarde está caliente

con el calor del deseo,

en esta espera indulgente.

No es nada fácil soñarte

porque tú ya estás presente,

con un café entre tus manos,

con tus labios sonrientes

que endulzan estos silencios

de nuestras almas y mentes.

El viento reza oraciones

con susurro de campanas,

que suenan en las iglesias

de las aldeas cercanas.

Mágica tarde de Mayo

la que viven nuestras almas…

dos distancias que se acercan

y que se rifan miradas,

que se entretienen jugando

con caricias y palabras

y con versos que se estrofan

en una dulce sonata.

Sólo falta que los ángeles

desciendan con su rondalla

de arpas y de ukeleles,

de trompetas y guitarras

y se unan a este coro

de sentimientos, que hablan.

Somos dos gotas de agua

que caen en la misma charca,

que se buscan y se encuentran

y se funden alocadas

en esta tarde de Mayo

a pesar de la distancia.

Tarde de amor… no es un sueño,

pues estás a mí abrazada.

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