Caricias blancas
que irradian la piel en rico tercipelo
dejando pasar la segunda
y siguiente caricia
qué se hacen indebles en su bravura explosiva
para terminar rendidas
y entregar su génesis, en una cadena
que desata pasión entre piel y carne
dando solvencia de amor como polvos de oro
en potencial fragancia que abre
un corazón amante