En el bosque de los sueños
dormito como sátiro encantado
cuando de repente ella aparece
como cervatilla en celo,
despertando mis instintos,
tal vez, llenos de pecado.
Con los ojos cerrados,
caigo en el abismo de una noche febril,
me dejo llevar por sus aromas
y embrujado por el infinito
noto que tengo su cuerpo excitado ante mí…
- …Tu boca,
sobre mis senos,
apetitosa me pide a grito,
que la deje volverse jugosa,
saboreando mi piel..
y hay unos puntos en mi aureola
que te informan…, te anuncian
la llegada de la ansiedad
y que erizada no viene sola.
Requieren de tu aliento,
de tu respirar,
y que sea tu boca la que me succione
y me sepa saborear
mis contornos de amapola.
¡ay de una boca que saborea lo dulce de mi sentir!
y cuando la siento gemir…
Envueltos entre sudores,
las bocas entreabiertas,
esperando que en los labios
la pasión se desboque…
Yo ya no soy yo,
yo me siento ya un extraño
y todo mi universo gira y gira
en torno a esa diosa
que por mí suspira…
- ¡ Mis senos se contonean
de ansias locas !
y, de pronto,
¡ mil suspiros a montones !
Te siento a ti venir
sobre mi cuerpo que tanto te desea.
Hay espasmos de cariño
que entre la ternura se arropan
como si fueras un tierno niño
que de mis ansias de mujer
se amamanta.
Me haces sentir presa de un musitado placer.
Un placer que se esparce sobre mi piel,
llevándome al erotismo,
¡es que te siento ahí mismo,
donde la gloria me crea emociones,
donde siento el palpitar de los dos corazones
que se quieren fusionar
con unas fuerzas irrompibles!
Cegado por el celo,
...me voy… y me vengo…
Me siento cabo que penetra en el mar
hundiéndose hasta lo más hondo,
jugando con las olas a la par…
y me voy.. y me vengo…
y siento que la espuma me envuelve
por todos mis lados,
abraza con ternura mis rocas,
acaricia mis costados…
Y me voy... y me vengo
yo ya la quiero dar
todo mi firmamento …
- Es que somos sed apetecibles
como agua y arena.
Ven y mójate de mis orillas, que sus algas
te quieren enredar
para poder así cultivar
como perla el verbo que nos alienta,
y que en nuestras bocas se sustenta
junto con fiebre y ansiedad.
Ese es el verbo amar
que en saciedad
se nos hace gigante ola…
¡ Envuelto en tus contoneos,
yo me contengo y no sé cómo puedo !
Mas en el éxtasis del placer,
miles de estrellas se apoderan de mi cuerpo…
Cariño,.. ¡ Ya no me puedo contener !
y en ardiente lucero me convierto
ése que en ti quiere desaparecer,
¡oh! cielo tú ya de mi cielo…
¡¡ Te quiero, te quiero… !!
- Ay, amor mío, dentro de mí ya te siento…
¡Ay!, amor, qué placer me está invadiendo
al sentir la desembocadura de tu río..
- “Tuyo es el caudal
que ya no es mío…
Son aguas saladas
las que se van contigo…”
- Plena estoy ya,
saciada está mi sed, cariño…
Y ahora, ven y arrúllame en tu cuerpo
como ese mar en el que te has convertido;
¡pero no me dejes sola!
Permanezcamos los dos bien fuerte abrazados,
para sentir por siempre:
tú tus ganas de amar,
yo, esas ansias de tenerte
y los dos, deseos de soñar.