Hay besos tuyos que despiertan,
a mi alma,
con inciertos y trémulos suspiros;
hay besos tuyos que aprisionan,
a ésta, mi boca,
con suaves caricias
colmadas de ardiente desvarío.
Hay besos tuyos que enternecen
y hay otros tantos que calcinan,
hay besos tuyos que empalagan
a mi piel que se empecina.
Hay besos tuyos que me embrujan
con artes desconocidas,
hay besos tuyos que me eclipsan
pero su noche no lastima.
Hay besos tuyos que enajenan
a mi mente de toda prisa,
y hay otros que me devuelven
de lunas amanecidas.
Hay besos tuyos que conmueven,
hay otros besos que no claudican,
y me elevan al infinito
con el roce de sus caricias sentidas.
Hay besos tuyos que enamoran
y otros que logran
dejarme rendida.
Hay besos tuyos que se duermen,
en ésta, la boca mía;
besos que se entregan voluntarios
a éste amor que nos anima.
CAROLINA COSENTINO