Protégeme amor mío
del frío de la soledad y del olvido,
cúbreme con el calor de tu cuerpo tibio
y dame de beber del vino de tus labios finos,
libérate de la vestimenta que me aísla
de tu esbelto cuerpo
y déjame anidar entre tus brazos
para vivir la embriaguez de quedarme dormido
junto a la mujer que estimo ,
y si algún día me halló ausente, búscame
para caminar tomados de la mano por la orilla
del mar y entre las olas de mi amor anclar mi velero
junto a tu puerto eternamente,
protégeme del frío invierno con tu tibio cuerpo
y que el amanecer nos sorprenda desnudos
amándonos sin temerle al frío de soledad ni al olvido.