Tu nombre música para mis oídos,
tus ojos luz de perlas en el mar,
camino que guía al vagabundo
pan que al mendigo el hambre sacia…
Sonaja del niño que en la cuna descansa,
besos de miel que acarician tus mejillas,
letargo de amor perdido en montañas,
eco sonoro de tu voz silenciosa…
Oasis de amor en el desierto de mi vida,
sendero que a tu corazón envía,
las señales superfluas de palpitares tibios;
sonidos ligeros de cantares eternos…
Cielo rojo de pasión pura,
que a mi alma desnuda,
imagen sin rostro de cuerpo divino;
soplo de vida que la copa derrama…
Unicornio vivo de libertad salvaje,
déjate que te atrape tus rizos de oro,
Oh! bella dama en tu jardín de flores,
llena de bondad y sentimientos puros…