En el otoño las flores caen de una manera que solo los ojos de una persona con el espíritu libre lo ve,
Aquel espirito ronda tu cama, en noches de vela, y cautiva tu silencio maltratando tu dersa y suave sabana.
Suena tu puerta y de ella entra la luz a tu cuarto.
Me hallo debajo de tu cama , el cual es mi único refugio, pues no soy humano soy un alma errante.
Las 12 marcan la hora de mi regreso, pero tu cama es vigilada, pues tu padre de ella no se ha movido.
Espero que te de las buenas noches, pues es hora de que me convierta en lo que un día fui.
De tu cama cuelga una hermosa y tierna mano, que ha de ser de mi musa de la mujer que tanto resguardo.
Toco tu mano, y mi corazón vuelve de nuevo a latir, pues tú eres la droga que alivia mi pesar.
Suelto tu mano, pues algún sueño te a echo rey, (espero que ese sueño fuese yo)
Del suelo me levanto, pues mi espalda me ruega por que la deje erguir.
Tomo tu cara, y siento en tu boca los deseos, pensamientos y toda mi vida en ellos, el beso que jamás he dado y el beso que jamás sentirás.
Suelto tus labios con delicadeza, pues pienso en ellos como si fuesen hijos que se an de cuidarse hasta con la propia vida.
Suelto una lagrima que rueda por mi meguilla, pues he experimentado el paraíso en tus labios.
Aquella gota cae en tu boca, y como gota se desliza cuidadosamente por tus labios, asta tu garganta en donde baja hasta fundirse con tu alma.
De mí ya no queda nada, y tomo alientos para de tu cuarto partir.
Ya en tu ventana, en posición de vuelo, miro de nuevo tu rostro, pues tus ojos han emergido del sueño, y me miras como si fuese un ladrón de amores.
Levanto el vuelo,
y por tu balcón te asomas, gritando que regrese.
Amada, perdonadme, pues soy un alma en pena.
Pues no concibo estar en un futuro con tigo, pues este no admite sombras.
Me dirijo hacia la luna, pues es hay en donde mis penas son perdonadas.
Posado, en mi sitio favorito, veo venir tu belleza.
No comprendo, cómo te has convertido en alma.
Pues tu cuerpo se desangra en tu cama.
Vivir una condena, como la que vivo a tu lado.
Soy un alma en pena,
Qué pena enamorado.
(Nuestro amor jamás morirá)