ROCUBU

Escribir, en fin

Escribir, en fin.

Por Rodolfo Cruz Bustos

La prisa llega, llega el día,

se va la noche, se va el tiempo.

¿Quién responde las preguntas?

¿Cuánto vale la luz de la esperanza?

Llegan los bombardeos de la Franja de Gaza.

Las tórridas lluvias de Paquistán.

Los gritos de los inmigrantes atrapados,

En la frontera del “mundo libre”

Sorteando balas de criminales, de no sé qué bando,

Sumergidos en sueños de violencia y poder.

Llegan a una frontera que es destino.

¿Quién detiene las bombas de la locura?

¿Quién dirige las balas de la justicia?

¿Porqué no pensar en lo inútil de escribir

cuando las bombas no tienen la razón?

¿Porqué amar a alguien si todo vale la pena?

Escribir, en fin.

La paz no llega, se va la risa,

se va todo como el viento se ha llevado

al tiempo, como el tiempo se ha llevado la gloria

de saber que no existe más luz que el

resplandor de una cultura que tampoco llega.

La ilusión del país que nunca existió.

Ni Independencia ni Revolución.

México apenas llega a la geografía

de la razón y la alegría del trabajo.

No es ni el territorio mutilado ni el que queda.

No tiene prospectiva de mil décadas luz.

¿Habrá para entonces hombres capaces

mujeres afables, niños fabulosos y cantos

de esperanza?

Sólo pido respeto, para todos, es decir, los que viven.

Las plantas no o agradecen con sonrisas, sí con colores.

Los animales no lo agradecen con saludos, sí con miradas.

Escribir, en fin.