En esta mañana borrasca
donde el ave se resguarda
oigo trinar mi alma mientras
caen inquieta las agua,
las aguadas me traen recuerdos
que pensé ya olvidados
y tu presencia de ángel
revolotea de nuevo por mis
cuatro costados,
estoy abrigando recuerdos
como la lluvia arropa los árboles
y es que en mi vida hay un diluvio
que encharca mis felicidades,
tengo los sueños secos de andar
por esas calles desiertas
y me quedo deprimido a solas
con mis odas afligidas
para llorar tantos desaires,
emigro hacia la oscuridad del afecto
con cinco lirios marchitos clavados
en mi pecho.