Quisiera recoger mis pétalos abiertos
y unirlos con fuerza,
volver a ser un capullo día a día
y florecer para ti en cada encuentro
Quisiera que el aroma de mi flor
inundara tus pulmones
permanecer por instantes ahí,
dentro, en lo profundo de ti.
Quisiera rodear tu cuerpo con mis hojas
pero me preocupan las espinas
renuncio a tu presencia en mi tallo
por no hacer en ti alguna herida.
Quisiera tener mil colores y gustarte
y no ser una simple margarita
pero aún con mis pecados, blanca
pues saber tu amor me mantiene limpia.