Si tuviera que nombrarte
yo te pondría Nareuda
pues sumas entre tus brazos
la fuerza de madreselva
de las corrientes que halan
de las riberas morenas
de fauces que se entreabren
de ojos que centellean
Se reflejan en tu piel
de satín las mil arenas
que esconden a mantas rayas
que giran en mil tormentas
Tus ojos color de miel
recuerdan a los castaños
que se levantan muy alto
como esperando el ocaso
¿dónde te han llevado ahora
de tus pies las mil urgencias?
¿en que isla extraviada
se refugia tu presencia?
la selva te conoció
llegaste serena a ella
y te llevaste al partir
de los bejucos sus penas
si el malecón que hoy cobija
de las Antillas tormenta
supiera que recordaste
sus mil piedras en la selva
cual gaviota extraviada
que perdió el norte y la senda
y que aterrizó errada
donde el mar sólo es leyenda
llegaste hasta estos lares
y conociste Nareuda
sus pocas calles silentes
sus tintas noches renegras
En medio de tanto árbol
que esconden un sol que deslumbra
el Caribe se hace extraño
un recuerdo en la penumbra
en las tardes, en la siesta
en tu mente obnubilada
veras los troncos dormidos
recorrerás estas playas
Ya no importa si mañana
olvidas estas veredas
si de tu mente se escapan
las calles de esta Nareuda
Pues tu al amarla hiciste
cosa imperecedera de ella
y estás en cada canoa
vives en cada ribera
El pueblo será ciudad
civilizarán la selva
solo tu y yo sabremos
porqué te llamo Nareuda