Me quedaré con el pensamiento clavado
en tus domingos de película,
en la distancia que nos une
y en lo que nunca nos vindica,
en lo que viene, en lo que queda
en lo que pasará mi vida.
Me quedaré pensando en tí, en cómo sería
tenerte a mi lado cuando sueño
o cuando despierto en la fatiga
dudando aún de ser tu dueño,
vacilante por mucho me que diga
que casi en un por cien me perteneces.
Me quedaré pensando en tí como otras veces
llamándote "mi amor", acaso "dulce amiga"
para así no atribularte con deseos
con cosas que, romántico, te pida.
Me quedaré pensando en tí, en cómo la vida
se me hará siempre feliz cuando te piense.