El tiempo va pasando y su huella en su rostro va dejando, ya el color gris brillante su cabeza esta adornando.
Madre ya los hijos su hogar han formado y a sus nietos los consejos sabios suyos muy adentro van dejando.
Madre ya hoy es bisabuela que con entusiasmo y mucho esfuerzo ya le cuesta alzar aquel bisnieto que le hace recordar y volver al pasado, cuando en sus brazos fuertes siempre abiertos a cada hijo arrullo.
Hoy los años van pesando y los cambios se van notando, su cuerpo más encorvado, sus huesos más delicados, su marcha más despacio, su vista más corta, el dolor se ha agudizado y muchas veces los calmantes ni la alivian.
Madre todos somos consientes de sus males, pero somos tercos y arrogantes que hay veces ni nos damos cuenta que es lo que verdaderamente necesita.
Madre hay algo que no ha perdido con el tiempo su valor y por más que este pase, no lo ha tocado en su interior, es su corazón tan noble y bueno que le hace siempre compartir, sin mostrar el sufrimiento, que hay veces nadie entiende y muchas veces critican su dolor.
Madre su consistencia y resistencia es de roble, pero va llegando el día en que las ramas van cayendo y debilitando sus raíces, es por eso que sus hijos, nietos y bisnietos no quieren que esto pase y si tenerla como una porcelana muy cuidada y protegida.
Madre ya el oficio de la casa, la limpieza y el aseo no es cuestión hoy de preocuparse, ya que usted es la Reina hoy y siempre en nuestro hogar.
León Aguilar Zorro (Alejandro Chaparro)