locoamante

Lloraré en silencio...

Esta noche astrífera y algente lloraré en silencio la ausencia permanente de aquella Alexandra (la niña-anciana) que me enamoró con su aletargada y diestra pluma, con su sabiduria exquisita y profunda a pesar de su edad cuestionada. Siempre miro más halla de lo debido y emprendo un profundo vuelo imparable que me trasladó en esta ocasión de las bellas estancias del empíreo hasta las puertas estuosas del estigio.