Me hablaron de ti, desde siempre, las estrellas intactas y sus frases intermitentes. Me hablaron de ti y solo yo no escuché. El sol y la luna en sus reinos disimiles y sus guerras de luz y sombras, allí me hablaron de ti. No había silencios, eran espacios que te insinuaban como montañas reclamando su libertad, ser descubiertas ¡me hablaban de ti! Todos los caminos proclamaban tu primavera, en capullos y pétalos predestinados a mis manos, indicaban el cielo, tu, y solo yo no escuché, solo yo. En cada gota de lluvia precipitada explotaba tu nombre, como torpedos enviados por Dios, aún así no escuché. Una tras otras las almohadas custodiaban mis sueños, profundas me hablaban de ti, pero tampoco escuché. Hoy escucho, y converso con las estrellas, con el sol, la luna, las sombras y los silencios exhaustos. Converso con los caminos, con la lluvia, con mi almohada vencida, y solo converso de ti.
LRL
15-3-2011